Por último la tierra acogedora se personificada con las enredaderas que se abren paso a través de los obstáculos muestran la capacidad del ser de crecer y llegar a las alturas.En un universo geométrico enmarcado en imágenes alegóricas presentamos un concepto arquetipal. Se muestra en el afiche el eterno femenino, la forma y sustancia de la naturaleza maternal del planeta. Las cuatro mujeres en posición de mudra representan el mandala de los cuatro elementos que son la esencia del plano material, la representación macrocósmica de la constitución primigenia de todo lo existente en la creación.
Cada principio contiene una riqueza de símbolos que a su vez identifican plenamente el propósito y fin artístico. Las aves representando el viento bajo sus alas, hablan del símbolo de la libertad, la belleza y al mismo tiempo la comunicación etérea y fluida.
El ave fénix símbolo alquímico del renacimiento y la fortaleza, cuenta la capacidad del fuego para transmutar, la llama rememora al espíritu de ímpetu, coraje y perseverancia.
El agua alude al amor como sustancia de vida, trae en su seno un pez koi significado de afecto y sexualidad. El manantial nos recuerda la profundidad y es la manifestación del inconsciente.
Por último la tierra acogedora se personificada con las enredaderas que se abren paso a través de los obstáculos muestran la capacidad del ser de crecer y llegar a las alturas.
Eliana Mejía – Psicóloga
Participaron como modelos en el afiche: Sarita Castrillón, Camila Plata, Paola Echeverri y Natalia Gómez. La fotografía fue de Luis Guillermo Correal, La pintura corporal de Cromorama y el diseño de Steve Gómez.